Blog en construcción. Cada día más y mejor!



Un blog para mujeres de carne y hueso, un espacio para pensar, un lugar para el encuentro con la verdadera historia.

"PORQUE TODO COMIENZA CUANDO DOS MUJERES SE JUNTAN Y EMPIEZAN A HABLAR"

"Soy loca, divina, liberada,...y también hipermegadelgada, con doble jornada laboral y busco un tío que me de caña"

¿Qué es el neomachismo?

Es la nueva forma de decirnos cómo tenemos que ser.

PARA ELLAS...les intentan meter entre pecho y espalda y en forma de chicle en el cerebro, la siguiente imagen: 

Una mujer que se hace la loca, la divina y la liberada, pero que atiende con religiosidad impoluta a todo lo que la sociedad espera de ella como mujer. Es decir "Soy loca, divina, liberada,...y también hipermegadelgada, con doble jornada laboral y busco un tío (o una tía que yo no tengo nada en contra de la homosexualidad) pero que me de caña, porque soy muy rebelde...y en el fondo, muy fondo, confieso que no quiero que se me pase el arroz. Ah! y me encanta tener amigos varones, más que mujeres, que son de criticonas..."

PARA ELLOS... Un hombre que es re "igualitarista", pero que a su vez soltará las siguientes perlas por su boca: 

 - "feminismo NO, igualdad" (lo cual deja claro que en toda su implicación en la igualdad no le dió tiempo de leerse la definición de feminismo).

- "ocupo más espacio en la casa, porque tengo y hago más cosas que tú, esta mesa es para mí también, tú no la necesitas tanto". 

Hombres que se hacen los compañeros, pero que luego de birras con los amigos tienen que mostrar su masculinidad, que atacan y minusvaloran a parejas y amigas (siempre guardando las formas) y luego cuando éstas se ofenden dirán 

- "me sorprende tu enfado, sólo estábamos charlando, contigo no se puede hablar, lo siento"

NOTA: Todo lo neomachista, por supuesto, sigue manteniendo otro tipo de etiquetas de la misma forma "sútil y educada" con otras desigualdades sociales: clase social, xenofobía, homofobía, racismo, etc. El paquetito suele venir completo.

EJEMPLO AUDIOVISUALES: 

http://www.youtube.com/watch?v=peIaHlZN68w

http://www.youtube.com/watch?v=v5LzEHNaA1E

http://www.youtube.com/watch?v=VtcAu0MWQNY


Mujeres Haciendo Historia


Como cada 25 de Noviembre...

   Cada 25 de noviembre nos proponemos pensar juntas sobre la violencia de género. Este año conmemoramos este día con una campaña que surge de ideas que debatimos, compartimos y repensamos.

Desde Mujeres Haciendo Historia, apostamos por una lucha contra la violencia de género desde nuevas formas, entendiendo que la problemática es más compleja y no puede abordarse solamente desde imágenes de mujeres golpeadas.

        Si bien campañas con éste impacto fueron cruciales en su momento para visibilizar el problema, cuando aún se negaba su existencia inclusive; creemos que el uso automático en la actualidad de este tipo de imágenes ha llevado a la victimización de las mujeres y la perpetuación de roles. Es decir que lejos de producir un cambio y proponer soluciones, nos lleva a seguir creyendo que "hombres y mujeres somos así" por lo que no hay nada que hacer.

        En los días que corren necesitamos otras formas de comunicar, necesitamos seguir avanzando. La violencia de género en su lado más crudo ya está visibilizada, lamentablemente es noticia corriente en la mayoría de los medios. No apostar por otros caminos, sería potenciar la victimización y no alumbrar otras formas de ser, que no son nuevas, pero que es necesario potenciarlas y difundirlas.

        Sostenemos la linterna hacia el poder de las mujeres sobre ellas mismas y la decisión que tienen sobre sus vidas, intentamos desarmar y entender este gran rompecabezas que es el patriarcado, adentrarnos en los por qué de nuestras conductas para poder modificarlas y a partir de estos cambios, construir la realidad que deseamos.

        Nos enfocamos en las películas que dan la falsa idea de que es necesario “luchar por un hombre” que una mujer debe hacer todo por “cambiarlo” y no siendo esto suficiente esfuerzo, además debe “durar por siempre”.
        Señalamos desde nuestra campaña que las mujeres no queremos cambiar a nadie, tampoco soportar las consecuencias de las maneras de nadie. Porque no somos salvadoras pero tampoco sumisas ni complacientes.

        También queremos replanteos sobre  los cuentos infantiles, que desde pequeñas nos refuerzan el mito del diamante en bruto, donde el hombre que te trata mal es comparado con un diamante que has de pulir para dejar ver su brillo. Rechazamos esta idea profundamente porque en general luego de pulir, pulir y pulir, se descubre que de ese diamante en bruto sólo queda lo bruto y dejamos nuestras energías y nuestra vida por nada.

        Rechazamos las relaciones tóxicas, donde el drama se convierte en el eje del vínculo y donde se confunden los celos y el control con amor.


        Y apostamos por...

- Un amor sano, que nos sume y no nos reste.
- Las relaciones dadas como a cada una le apetezca y  no como nadie te marque.
- La libertad intrínseca con la que nacemos todos los seres humanos.

- Nuestro poder de dirigir nuestras vidas.
- La libertad de amar, más allá de las rejas de la heteronorma.
- Las nuevas formas de ser hombre, las nuevas masculinidades, donde abandonan el traje de príncipe y queda un compañero que es mucho más divertido.
        En conclusión: las mujeres somos mucho más que víctimas, tenemos el poder de ser lo que queramos ser, rechazar, apostar, decidir, luchar, reír, disfrutar y vivir la vida que queramos.  

        Es lo que queremos comunicar y compartir con ustedes en esta campaña. 


 


Mujeres Haciendo Historia

Tu consumo mata



Las maquilas se sitúan en las llamadas Zonas Francas, las cuales se encuentran en la periferia de países del sur. Donde se establecen industrias de países del norte, sin control arancelario, produciéndose continuos atropellos a los derechos humanos. La dinámica de las mismas, y su repercusión global, la podríamos resumir en la siguiente afirmación “una camisa que a la productora le pagan 20 céntimos de euro, luego la venden a 100 euros.”

En cuanto al origen del vocablo “maquila” he encontrado dos posibles acepciones:

Una que asegura que viene del árabe y significa “porción de grano, harina o aceite que corresponde al dueño del molino por la molienda” Y la otra que asegura que proviene del español medievo, para denominar al sistema por el cual podías moler en molino ajeno, siempre y cuando pagarás al dueño del molino una cuantía en harina o trigo. Ambos significados no tienen apenas variación, uno hace referencia al sistema, y otro a la porción de grano a pagar. En sus comienzos, se originó en México, aunque en la actualidad, se encuentran extendidas por todo el mundo. Si calculamos una media aproximada de su composición a nivel mundial, un 80 % son mujeres.

En México observé el contraste entre la zona maquiladora, donde el alumbrado, los servicios de comunicación, los servicios de drenaje al río, agua, electricidad, pavimento, construcciones de naves, los pone los gobiernos de los países del sur, y por otro lado, con las comunidades indígenas donde no se cuenta con estos recursos.

No obstante, una indígena mexicana, después de probar suerte en las maquilas, decía “prefiero las tortillitas de mi comunidad que vivir en las maquilas” De igual forma, no hay que dudar, que las maquilas siempre encontrarán a las que no tengan las tortillitas de su comunidad. A mujeres que este trabajo les suponga una posibilidad de mejora, una salida laboral posible. 

A nivel internacional, se ha creado lo que se llama el mercado libre, de una economía que tenemos que pensar desde Adam Smith, que la maneja y regula una mano invisible. Aunque la mano invisible cuando van mal las cosas, pasa a denominarse rescate, y traducido rescate significa robo. 

La globalización económica tuvo lugar como respuesta a la tercera conocida crisis del capitalismo. Para las empresas multinacionales, era mucho más rentable (y es), ir a poner su industria en un país en vías de desarrollo económico para conseguir una mano de obra muy barata y con ánimos para ser explotada y humillada.

Leí una vez, que debido a estos manejos internacionales, que la gente de a pie, como tú que lees esto, como yo que lo escribo, matamos a cien personas a lo largo de nuestra vida de forma indirecta. Mirando a otro lado, cuando compramos cosas, provenientes de estos lugares, donde está prohibido beber agua, protestar, donde se trabaja a más de 40 grados, donde se propagan enfermedades mortales debido a la contaminación, y un largo etc. Parece que nos ponemos de acuerdo fácilmente en que queremos otro mundo, pero no tanto, en el que tenemos que tener un consumo responsable.

El mecanismo de la globalización económica es encontrar al colectivo más desfavorecido, será al que menos se le tendrá que pagar y además a lo mejor no sabe ni lo que son derechos humanos. En su mayoría son mujeres, niñas, de clase económica baja, sin estudios ni acceso a la educación formal, y de países en vía de desarrollo económico. El efecto también golpea a la clase trabajadora local de los países desarrollados, ya que no pueden competir con los precios de las multinacionales.

Cabría preguntarse, ¿Por qué en su mayoría son mujeres?. Al buscar mano de obra barata y dispuesta a aceptar condiciones inhumanas de trabajo, como una oportunidad, tienen que ir al colectivo más marginado en la sociedad. A lo largo de la historia, comprobamos que hay varios items que se mantienen, como factores de riesgo para sufrir discriminación, de los que podríamos resaltar dos:

  1. Ser pobre.
  2. Ser mujer o niña.

Por eso si nos damos un paseo por las maquilas nos encontraremos en su mayoría mujeres y niñas, del ámbito campesino, de clase económica baja. Niñas sin posibilidad de ir al colegio, mujeres con jornadas de trabajo interminables y sin contrato laboral, sin derecho a la sanidad, ni aportes. También cabe señalar como un factor muy importante, el factor étnico. Ya que en su mayoría son indígenas.

Igual podemos caer en el error, al mirarlo como algo que ocurre “allá”, “lejos”, que no tenemos nada que ver con este suceso. 

Y cerca o lejos, sí que podemos hacer algo contra las maquilas. Podemos dejar de contribuir con nuestro dinero. Las maquilas están lejos, pero tiendas como El Corte Inglés, Zara, Cortefiel, Mango, Benetton, o marcas como Nike, Adidas, Puma y Fila, están a unas calles de tu casa. Éstas son algunas de las empresas que llevan a cabo la explotación, que te ofrecen lindas prendas a base de calamidad para otras personas. Personas que en un 80 % son mujeres y niñas.

De igual forma, no hay que olvidar que no hay un único enemigo, no sólo es la corporación la que hace que esto sea posible. Si no que en muchos de los casos tienen el impulso de los gobiernos de los mismos países. Los cuales, orientados por el FMI y el Banco Mundial, atraen a estas multinacionales, ofreciendo mano de obra barata.

Mientras tanto Amancio Ortega, fundador de Inditex, recibe premios y halagos, pero de “sus” mujeres nadie se acuerda.

Y en algunos casos, como es el de Benetton, famoso por sus publicidades “humanitarias”, aunque no sea noticia, se producen asesinatos todos los años. Benetton, el cual en los tiempos del Presidente Menem, compró miles de hectáreas de la Patagonia Argentina, no se conforma con exportar lana a Europa, aprovechándose de los bajos costos y de la explotación de mano de obra barata. Además, todos los años mueren a manos de privados armados, mapuches que siguen luchando por el territorio que les pertenecen, ocupan sus tierras, con el fin de que no se construya en las mismas (las que ya fueron edificadas, no las quieren), y los matan, sin que sean protagonistas de ninguna tapa de diario. La fuente es personal, por haber estado compartiendo en una colonia de resistencia en una zona próxima a Villa Langostura. Ahora bien, ¿podríamos sentirnos ajenos a todo esto, si volvemos la cara y consumimos en Benetton?

Y sin embargo, tengo la sensación, y la certeza también que continuamente volvemos la cara a estas realidades. El director de la revista Setem, de Economía Social y Solidaria, exponía con firmeza “si la precariedad laboral fuera un deporte olímpico, la industria de la ropa deportiva ganaría una medalla”. Es cierto, que el Comité Olímpico Internacional (COI) tiene una responsabilidad en esto, no denunciando, posicionándose, etc., pero mi pregunta es ¿y nosotros/as? Nosotros/as los y las que vamos a comprar y “lo preferimos de marca, porque dura más”.

Cada vez que leo, me informo, o escribo algo al respecto, me siento cansada, cada vez más cansada, de poner el foco siempre en el otro, en el grande, poderoso y malo hombre blanco. Él ya está ahí, se llama capitalismo, se llama patriarcado, y es imprescindible luchar contra él. Pero no se trata sólo de criticarlo, se trata de empezar por dejar de apoyarlo.  

Como dijo Luther King, no me asusta el malo de la película, me asusta los y las buenas que no hacemos nada. O lo peor, que contribuimos, tenemos el poder de cambiar las cosas, pero preferimos seguir mirando a otro lado. Un profesor un día me dijo con tu voto y tu tarjeta de crédito puedes decidir cambiar muchas cosas, y definitivamente llevaba razón.


Mujeres Haciendo Historia



Qué se quiere decir cuando se dice que la violencia de género es estructural...acá un vídeo muy interesante y explicativo

http://www.youtube.com/watch?v=0y9zJ5J2bWA&feature=player_embedded

Difundir, y hacer vuestras cada una de estas premisas.


Acá este precioso cartel que nos llegó  y que decidimos compartir con todos y todas vosotras. Difundir, y hacer vuestras cada una de estas premisas.

De procesos naturales a verdaderas enfermedades. El embarazo

El embarazo es una experiencia que le puede o no acontecer a la mujer en su vida,  ya que la maternidad es una opción más en la vida de una mujer, y no culmina la realización de la misma como nos han intentado hacer creer.



Se trata de la fecundación de un óvulo y el desarrollo del mismo. A las nueves meses de continuos controles médicos, llega el parto. En éste, lo que parece estar a la orden del día es el aumento de las cesarías (en este punto da igual ya si puedes acceder a la sanidad privada o no. Tanto la privada, como la pública tiene sus razones, la primera se llevará mayores ingresos, la segunda librará camas.), la epidural sin consentimiento de la futura madre. Bien dice Marsden Wagner, ex director del departamento de salud materno infantil de la Organización Mundial de la Salud;El 40% de las mujeres en España no paren a sus hijos puesto que éstos les son extraídos por medios quirúrjicos. Resulta ridículo pensar que el 40% de las mujeres de España son incapaces de parir.”



Gloría Lemay dice “Todas las mujeres nacemos "equipadas" con la habilidad de dar a luz, con reflejos innatos que posibilitan el desarrollo del embarazo y, el parto y nacimiento” habilidad que queda reducida a la nada, cuando se les trata a las mujeres como personas sin capacidad de decidir. Desde el momento que todo se plantea como una enfermedad, a esa persona se le está diciendo que no tiene todas sus capacidades con ella, y se burlan a mi modo de ver de la más importante, la capacidad de elección sobre ti misma.



Todo el sistema sanitario está orientado por estudios en varones y no en mujeres (de ahí que sea mayor número de mujeres que fallecen después de un alta médica, así como también ostentamos el record en más tardía hospitalización,…, todo ello, fruto del desconocimiento sobre nuestros verdaderos síntomas) Y en el caso del parto no ha sido distinto, aún tratándose de un tema que sólo nos ataja a nosotras. La mejor postura para parir es en cuclillas. Sin embargo, las mujeres que paren, lo hacen casi tumbadas, esta postura sí que le resulta más cómoda a la persona que atiende el parto, que normalmente suele ser un ginecólogo (no utilizaría jamás el masculino como genérico, al menos de forma consciente, por lo que cuando digo ginecólogo, me refiero a un hombre)



De un momento totalmente natural, y que debería ser algo precioso cuando la persona que pare lo desea, se convierte en un acto violento, medicalizado y deshumanizado.

Mujeres Haciendo Historia

Si los hombres tuvieran el periodo por Gloria Steinem

Del museo de la menstruación de Nueva York (de Harry Finley) encontramos este texto de Gloria Steinem, una feminista estadounidense de hacia los años setenta.
Una minoría blanca del mundo se ha pasado los siglos intentando hacernos creer que la piel blanca hace a la gente superior, a pesar de que lo único que hace en realidad es que la mayoría de quienes la tienen note más el efecto de los rayos ultravioletas y de las arrugas. Los seres humanos hombres han construido incluso culturas enteras en torno a la idea de que la envidia del pene le es "natural" a las mujeres, a pesar de que podría decirse que tener un órgano tan mal protegido hace vulnerables a los hombres, y que la envidia al vientre, por el hecho de que éste permite engendrar vida, tendría que ser, como poco, igualmente lógica.
Resumiendo, se piensa que las características de quienes tienen el poder, sean cuales fueren, son mejores que las características de quienes no tienen el poder; y esto no tiene nada que ver con la lógica.
¿Qué ocurriría, por ejemplo, si de pronto, por arte de magia, los hombres pudieran tener la menstruación y las mujeres no?
La respuesta está clara: la menstruación sería un acontecimiento de hombres totalmente envidiables y del que se podría presumir:
Los hombres hablarían del tiempo de duración y de la cantidad de su periodo.

Los muchachos celebrarían el inicio del periodo -ansiada prueba de su masculinidad- con rituales religiosos y fiestas sólo para hombres.
El Congreso subvencionaría el Instituto Nacional de la Dismenorrea para combatir las molestias del mes.
Compresas y tampones recibirían subvenciones federales por lo que serían gratuitas. (Lo que no implicaría, sin duda, que algunos hombres prefirieran pagar por marcas comerciales de prestigio, como los tampones John Wayne, las compresas a prueba de combas Muhammad Alí, los suspensorios menstruales Joe Namath, "Para tus días de soltero", y las compresas con alas de Robert "Baretta".)

Los militares, los políticos de derechas, y los fundamentalistas de la religión citarían la menstruación ("men", en inglés, significa "hombres", + "struación") como prueba de que sólo los hombres pueden servir en el ejército ("debes poder dar tu sangre para tomar la sangre de otros"), ostentar cargos políticos ("¿tienen las mujeres la capacidad de ser agresivas cuando no tienen este ciclo constante que viene regido por el planeta Marte?"), ser sacerdotes o ministros ("¿cómo podría una mujer dar su sangre por nuestros pecados?") o rabinos ("sin la pérdida mensual de lo impuro, las mujeres no están limpias").
Los hombres radicales, los políticos de izquierda, los místicos, por su lado, insistirían en que las mujeres son iguales sólo que diferentes, y en que cualquier mujer podría unirse a ellos siempre y cuando estuviera dispuesta a autoinfligirse una herida importante al mes ("DEBES dar tu sangre por la revolución"), a reconocer la importancia prioritaria de los temas menstruales, o a subordinar su yo a todos los hombres en su Círculo de Ilustración. El hombre de a pie presumiría siempre ("Yo tengo que ponerme TRES compresas") o al contestar un elogio de un compañero ("Qué bien te veo, chico") chocaría las cinco y diría: "Claro, tío, ¡estoy con el trapito!". Los programas de la televisión tratarían el tema continuamente. ("Happy Days": Richie y Potsie intentan convencer a Fonzie de que sigue siendo "El Fonz" aunque lleve dos meses seguidos sin el periodo.) También los periódicos. (MIEDO A TIBURONES AMENAZA A HOMBRES CON PERIODO. JUEZ ADMITE ESTRÉS MENSUAL COMO ATENUANTE EN VIOLACIÓN.) Y el cine. (Newman y Redford en ¡"Hermanos de sangre"!)
Los hombres convencerían a las mujeres de que hacer el amor es más placentero "justamente en estos díitas". Se diría: las lesbianas temen la sangre y por tanto la vida misma, aunque eso será porque nunca se han topado con un verdadero hombre menstruante.
Los intelectuales, sin duda, ofrecerían los argumentos más morales y lógicos. ¿Cómo va una mujer a dominar las disciplinas que requieren un sentido del tiempo, del espacio, de las matemáticas o la medida, por ejemplo, si no dispone de ese don innato para la medición de los ciclos de la luna y los planetas, y por ende, para la medición de cualquier cosa?
En los enrarecidos campos de la filosofía y la religión, ¿podrían las mujeres hacer algo para compensar el no poder percibir el ritmo del universo, o su falta de contacto mensual con la muerte y la resurección simbólicas?
Los liberales de todos los campos intentarían ser amables: el hecho de que "estas personas" no tengan el don de la medición de la vida, o de la conexión con el universo -explicarían- es suficiente en sí mismo como castigo.
¿Y cómo se entrenaría a reaccionar a las mujeres? Las mujeres tradicionales -se puede imaginar- estarían todas de acuerdo con todos los argumentos, aceptándolos con tenaz y sonriente masoquismo. ("La ERA [Ley de Igualdad de Derechos, 1923, que no fue implantada al final] obligará a las amas de casa a hacerse una herida cada mes": Phyllis Schlafly [una especie de Nancy Reagan]. "La sangre de tu marido es tan sagrada como la de Jesús; ¡y además, muy sexy!": Marabel Morgan.) Las reformistas y las Queen Bees intentarían imitar a los hombres, pretendiendo tener el ciclo mensual. Todas las feministas explicarían una y otra vez que los hombres también necesitan ser liberados de la falsa idea de la agresividad marciana, al igual que las mujeres necesitan escapar al esclavismo de la envidia a la menstruación. Las feministas radicales añadirían que la opresión de lo no-menstrual es el patrón por el que se rigen todos los tipos de opresión ("La población vampira fue la primera que luchó por la libertad!") Las feministas culturales desarrollarían una imaginería sin sangre para el arte y la literatura. Las feministas socialistas insistirían en que es el capitalismo el que permite que los hombres monopolicen la sangre menstrual...
De hecho, si los hombres tuvieran el periodo, las justificaciones del poder podrían ser interminables...
Bueno, pero eso sólo si les dejáramos.

8 DE MARZO - Mujeres pensando en mujeres

Por: www.pikaramagazine.com

Y sentirme siempre como hoy
Lorena Ramírez

Llevo algo más de veintiocho años siendo mujer. Soy mujer biologicamente y mujer de alma. Como cuando Simone de Beauvoir nos dice que una mujer no nace que una mujer se hace, a eso es a lo que me refiero yo cuando hablo de mujer de alma.

Y haciendo un ejercicio de confesión, y así entre nosotras, os diré que durante mis veintiocho años he deseado cambiar no pocas cosas de mí misma, tanto físicas como psíquicas. No sólo en la adolescencia, ese periodo estupendo de caos absoluto, sino que a lo largo de mi vida siempre surge la constante de querer cambiar algo. Quiero ser más alta, tener menos pecho, ser más responsable, menos tímida, tener más carisma, etc. Cuando cierro los ojos e imagino en mi cabeza una especie de silueta a la que añado y quito cosas a mí antojo, cuando soy libre de ser y de desear todo aquello que me plazca, siempre, siempre elijo ser mujer. Podría decir que es la auténtica constante de mi vida.

A pesar de que yo era capaz de reconocer estupendamente ese orgullo de sentirme y ser mujer no recuerdo haber hecho nada especial ningún 8 de marzo, algún beso de felicitación entre compañeras y amigas, bajo la atenta mirada condescendiente de algún hombre, y ya. Sí, era mujer, era mi día, y ni con esas me sentía con derecho a celebrarlo, ¡la de cosas que me habré perdido! En este punto de la historia hasta yo me di cuenta de que algo fallaba.

No ha sido hasta hace unos meses que he puesto nombre a todo aquello que sentía y no sabía expresar o no me veía capaz de expresar, que me he dado cuenta verdaderamente de quién soy yo y de lo que quiero hacer. Me quité la venda, algo se rompió y la película de mi vida paso de ser en blanco y negro a todo color. Por fin mi constante estaba completa.

Confieso que este es mi primer 8 de marzo desde que me reconozco a mí misma como feminista (me gusta pensar que siempre he sido una feminista en la sombra), y esta vez pienso celebrarlo como se merece, es decir, como a mí me dé la gana. Pienso celebrarme a mí misma, a mis amigas, a las mujeres de mí vida, saldré a compartir con todas ese sentimiento que nos une, pero también, a solas, pienso dedicarme mi mejor sonrisa y mi mejor caricia, porque va por mí, porque hoy, más que nunca, es mi día.

Felicidades, mujer.

8 DE MARZO - Mujeres y el mundo laboral

8 DE MARZO. Día Internacional de las Mujeres



...donde la gente sólo te gritará por la calle para avisarte que un auto está a punto de arrollarte y será impensable que lo haga para evaluarte física y sexualmente.
...donde el rosa dejará de ser el color favorito de todas las niñas y el celeste de los niños, para ser un compendio de colores, dignos del más lindo arcoiris, representante de la libertad sexual con la que nacemos.
...donde el que bien te quiere, te hará reír hasta hacerte doler la panza. ...donde la obrera no será doblemente explotada, por obrera y por mujer, porque no existirá la explotación.


...donde ningún hombre esperará de la mujer la sumisión.


...donde sea muy cuestionable, cuestionar el porqué una mujer se pone la ropa que le gusta. Más que cuestionable, resultará como tema de charla, absurdo y aburrido.


...donde desde una punta a otra del mundo, las personas se reirán de aquella absurda convicción tan antigua, donde se pensaba que la tierra podía ser propiedad privada. “Estaban re locos/as” dirán.


...donde las mujeres tendremos acceso real a las mismas condiciones de trabajo: como salario y posibilidad de ascenso. Aunque tal vez sea un día donde ya no existan tampoco los sistemas verticales.
...donde el sexo será muy placentero porque la otra persona quiere.
...donde ser madre será una opción en la vida. Una más.


...donde las mujeres no querrán príncipes azules ni monarquías.


...donde los padres preparan la merienda y disfrutarán de sus hijos e hijas, tanto comos sus madres.


...donde no viviremos obsesionados por trabajar. Y sólo trabajaremos para vivir.


...donde la familia tendrá inabarcable formas.


...donde la razón y la emoción se darán cuenta que son hermanas, y que la una sin la otra no sabe caminar. Diría Galeano, entre lo cursi y lo aterrador intelectual, está lo sentipensante.


...donde llorar en público será una fortaleza.


...donde reír en público será una fortaleza.


...donde la emigrante no será más discriminada que el emigrante, porque para empezar, “emigrante” como concepto será sustituido por el concepto de “persona”.


...donde manejar, arreglar un auto, cambiar una bombilla, y ser el sostén económico, serán tareas que puede realizar cualquier persona independientemente de su sexo.


...donde cocinar, limpiar, cuidar al otro o la otra, y ser el sostén emocional, serán tareas que se encuadren dentro del rol social "la persona que lo desee".


...donde usar la fuerza para ejercer el poder, sólo ocurra para abrir una lata de espárragos. (Únicamente en los casos que no haya un abrelatas)


...donde ningún hombre sentirá que sus derechos son atacados o usurpados, cuando una mujer avance.


...donde cuando una mujer dice: “¿tomamos algo?”, será traducido por: “¿tomamos algo?”


...donde se entenderá la diferencia entre venganza y justicia.


...donde sabremos a ciencia cierta que el amor no duele.


...donde se sabrá que con la educación en el frente, se pudo hacer desaparecer sobre la faz de la tierra, todo resquicio de violencia.


...donde la vida en pareja, será una opción de vida, una más.


...donde no creeremos que tenemos el poder de cambiar lo que no nos gusta del otro.


…donde cuando acudamos al hospital, el personal sanitario, conocerá nuestros síntomas, igual que los del varón.


...donde la primera causa de muerte, en el mundo, de las mujeres, no será la violencia de género.


...donde las fronteras serán marcadas sólo por los deseos, y se ejercerá el derecho a la libre circulación.


...donde existirán muchas etiquetas donde encasillarnos, como "gato", "perro", "persona " y "elefante". Y ninguna será más que otra, ni menos.




Ese día, el 8 de marzo, será una gran fiesta, porque habrá que celebrar que se acabaron con los mandatos del patriarcado, de propiedad privada, violencia, competitividad, roles de género, y esta criminal discriminación a la mujer. Tal vez, ese día, ni siquiera haría falta un 8 de marzo, porque estaríamos de fiesta todos los días.


Mientras tanto, no es un día de fiesta, es un día de lucha, incuestionablemente necesario, porque tenemos muchos motivos para no dar un paso atrás y muchos hacia delante.


Reiteramos, nada de flores ni bombones, estamos trabajando en construir un mundo nuevo. Disculpen las molestias.






Mujeres Haciendo Historia


LA MONSTRUACIÓN DE LA MENSTRUACIÓN

Para comenzar definiremos la menstruación en su sentido más estricto, es decir como el de un proceso natural de la mujer. Se trata de un flujo sanguíneo que se repite ciclo tras ciclo, los cuales constan de veintiocho días aproximadamente.

El desarrollo del ciclo menstrual puede dividirse  en cuatro etapas. Todas ellas directamente determinadas por la producción hormonal endocrina: postmenstrual (aumenta la producción de estrógenos en el ovario y provoca la maduración  de un folículo que contiene un óvulo y se crea la mucosa uterina), ovulatoria (la ovulación   consiste en la salida de del óvulo que estaba contenido en un folículo ovárico), premenstrual (el folículo estalla produciéndose finalmente la salida del óvulo) y menstrual (se produce la salida al exterior, a través del cuello uterino y de la vagina, del producto de descamación de la mucosa uterina, inservible por falta de fecundación, acompañado de sangre y de secreciones mucosas.

Esta es la parte real con la que contamos. Las opiniones vuelven a divergir a partir de este punto, creándose según un punto de vista, la base de toda clase de leyenda que nada tiene que envidiarle a los cuentos de Edgar Alan Poe. A continuación teorizaremos de estas leyendas (que no obstante, aunque para algunas personas leyendas, para otras no dejan de ser creencias sin lugar a dudas de esta realidad)

Los mitos que asocian a la menstruación con castigos o maleficios no son privativos de una religión o un país, desde antes de Plinio, historiados romano, del año 60 a.c., (que aseguraba que una mujer con la menstruación hacía rancio el vino, esterilizaba las semillas, y marchitaba las plantas) hasta cada mujer moderna, de pensamientos inclusive feministas que afirman cuando están menstruando “estoy mala”.

A continuación citaremos los siguientes prejuicios sobre la menstruación

Presunto mal humor que acompaña a este proceso y al síndrome premenstrual.

El síndrome premenstrual, ha sido reformulado muchas veces. Según que teorizante establecerá unos síntomas u otros. Los cuales son: tensión mamaria, dolor e hinchazón abdominal, dolor de cabeza, aumento o disminución del apetito, retención de líquidos, necesidad de ingerir dulces, estreñimiento o diarrea, acné, dificultad para dormir o sueño excesivo, sentimiento de tristeza, cansancio, intranquilidad, irritabilidad, ansiedad, dificultad para concentrarse y un largo etcétera. El debate abarca desde que teorizantes que se centran en que el síndrome premenstrual es un mito, a otros y otras que aseguran que es algo totalmente clínico.

No debes ducharte, y menos lavarte la cabeza, eso podría interferir en el ciclo menstrual y “empeorarlo”.

Con el síndrome premenstrual tampoco se debe tomar mayonesa porque se corta.

Gracias a Dios, ¡perdón!... gracias a los avances propiciados sin lugar a dudas por la luchas de muchas mujeres que querían conocer bien su naturaleza, estos dos mitos cada vez caen en más desuso. Quedando reducidos a un uso “entre abuelas”
Cuanto te baja la regla ¡eres mujer!

Cuando te baja la menstruación por primera vez eres mujer, y esto lo sostienen cientos de profesionales y muchos libros de biología y de la naturaleza humana. Lo cual nos deja expectante a otras ciento de personas. La expectación se debe a definir tu proceso de maduración de niña a mujer en relación con tu primer sangrado, si el sangrado llega a tus diez años, tú eres mujer con diez años. Así pues surgen nuevas controversias; ¿Lo cuál conlleva que mi último sangrado es cuando dejo de ser mujer?, ¿Y las personas con vagina y con Identidad de mujer que nunca menstrúan, en qué es en lo que las convertimos?

No es limpio ni correctamente moral mantener relaciones sexuales durante la menstruación.

En cuanto a este prejuicio se ha superado bastante los prejuicios morales, pero cuando se trata de los higiénicos, curiosamente son las mujeres las que se niegan porque les da “asco”.
 
Conclusiones
 
 Desde mi punto de vista, es indiscutible la base biológica de ésta, pero también es indiscutible la exageración de la misma. Y esta última me resulta bastante triste, pues termina trivializando sobre los estados de ánimo de las mujeres. Cuando una mujer se enfada con sus motivos, o está triste por sus razones, ni unos, los motivos, ni las otras, las razones, parecen importar tanto como si esa mujer está o no con la menstruación. Se justifican reacciones a través de la menstruación, lo cual desemboca en una banalización de nuestros sentimientos, ya sean de tristeza u enfado.
 
Estoy de acuerdo, con que los cambios fisiológicos más significativos del comienzo de la pubertad es la aparición de la menstruación en las mujeres, esto es cierto, pero también lo es la eyaculación en los hombres. Y no de forma anecdótica, se le da una atención exagerada a la primera menstruación, hacen de lo natural una parafernalia, sin embargo, en el caso de los varones ocurre todo lo contrario, nadie se entera de la primera eyaculación, exceptuando algunas veces el grupo de amigos, no me imagino diciéndole un adolescente a su madre/padre “Mamá ya soy un hombre” y que esa información pase a oídos de toda la familia, la cual miré al joven con ojillos de “ahí pillín, todo ha cambiado ya”

En su primera menstruación, las niñas no entienden qué es lo que cambia tan repentinamente en su cuerpo (ya que el desarrollo del pecho y del cuerpo se da en un proceso mucho más largo que el primer sangrado), están asustadas de no saber lo que significa esa ficticia etapa de cambio de comportamiento que le crearon entre unos y otros. Y ni hablar si la niña tiene la desdicha que le venga “temprano” o “tarde”. Puesto que si le viene temprano escuchará desde la incertidumbre las continuas frases de “pobrecita con lo pequeña qué es”, “ de piscina nada, ¿eh? Que se te puede cortar”.

Ahora centrémosno en el asco que les impide mantener relaciones sexuales a las mujeres;…; ¡Y digo “asco”! Todo este circo que se ha montado alrededor de la menstruación nos hace aborrecer, odiar y que nos de asco algo nuestro, algo que forma parte de casi todas nosotras. Rechazar una parte nuestra, ¿ no es increíble que esté condenado socialmente un proceso natural de casi todas las mujeres?

Mujeres Haciendo Historia

Un interesante documental

La ong Mundo Cooperante realizará una serie de documentales para sensibilizar sobre problematicas sociales. En este caso, se habla de la ablación (o mutilación genital) que sufren niñas y mujeres en distintas partes del mundo y que representa una de las mas aberrantes formas de violencia de género.

7000 millones_1. No quiero ser mutilada, quiero ir a la escuela from Mundo Cooperante on Vimeo.