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Un blog para mujeres de carne y hueso, un espacio para pensar, un lugar para el encuentro con la verdadera historia.

"PORQUE TODO COMIENZA CUANDO DOS MUJERES SE JUNTAN Y EMPIEZAN A HABLAR"

La propuesta ecofeminista; un modo de vida

Por: Patricia Hume Santacoloma

Por ecofeminismo nos referimos específicamente a la propuesta que nació hace más de tres décadas en medio del activismo político y el diálogo del movimiento feminista radical vinculado directamente con el movimiento pacifista, antimilitarista y antinuclear; opuesto desde su inicio a los sistemas opresivos que se expresan como militarismo, sexismo, racismo, clasismo y destrucción de la naturaleza.
 
El ecofeminismo como lo entendemos hoy día es algo más que una disciplina académica que estudia las relaciones entre los seres humanos y los recursos naturales con perspectiva de género, y los aplica en proyectos de desarrollo o en la impugnación de políticas públicas. El ecofeminismo, como el biorregionalismo, plantea una forma distinta de estar en el mundo, una nueva cosmovisión.

 
A diferencia de otras propuestas que se plantean el estudio de la relación género y medio ambiente, el ecofeminismo incluye la dimensión filosófica y espiritual de manera explícita. Se trata de una filosofía con valores inspirados en los procesos que observamos en la tierra, que hereda la tradición de noviolencia inspirada por Gandhi y Martin Luther King, y la praxis de los movimientos de resistencia de las mujeres en todo el mundo,
como las de las mujeres de Chipko, en la India, que arriesgaron sus vidas por salvar los árboles que iban a ser derribados por la construcción de una enorme presa; valores en los que podemos basar la vida cotidiana y el activismo político: un movimiento biocéntrico de justicia social incluyente en el que se contempla al resto de la creación respetandola gran diversidad existente. 

La vida sólo existe en el momento presente. Todo en este momento, el pasado, el presente y el futuro, y todos los seres de todas las direcciones. Cuando tiramos una cáscara de plátano o una rosa a la basura sabemos que pronto va a descomponerse y servirá para abonar nuestro jardín.También sabemos que las bolsas de plástico y los pañales desechables tardarán entre 100 y 400 años en desintegrarse; y sabemos que los desechos nucleares tardan muchísimo más, algo así como 250 millones de años. Todo lo que existe, existe sólo en este preciso momento presente y todo se encuentra íntimamente interconectado.
Thich Nhat Hanh


La visión ecofeminista: un mundo donde no haya cabida para las relaciones de dominación y control, donde todos los seres tengan las mismas oportunidades para desarrollar su potencial creativo y alcanzar la consciencia de su verdadera identidad transpersonal. Los primeros trabajos ecofeministas enfatizan cómo la historia de la humanidad ha sido escrita desde la visión masculina y en ella hay una gran ausente: la mujer. En esta historia, la mujer es descrita desde el imaginario social masculino y se le adora y teme en tanto naturaleza, haciéndola parecida a ésta, parte de ésta.
Un ejemplo es La Biblia, donde se identifica a la mujer desde el primer momento como cómplice de la serpiente (en tanto naturaleza) y enemiga del hombre (en tanto cultura). Por su culpa él tiene que sufrir las consecuencias de haber sido expulsado del paraíso y “trabajar” para ganar el sustento con el “sudor de su frente” (separado, enajenado tanto de la naturaleza como del resto de los seres vivos).
La naturaleza y el ser humano son un par de opuestos en constante contradicción. El hombre, en la cima de la jerarquía de la creación, es instruido por Dios para “dominarla”. Todos los valores que maneja el pensamiento judeocristiano pueden identificarse con el principio masculino: relaciones jerárquicas, control y dominación de los más débiles, separación entre el ser humano y el resto de la creación, etc., mismos que el proyecto de desarrollo hegemónico reproduce. El ecofeminismo, como explica Vandana Shiva, es una propuesta de vida alternativa más congruente con el paradigma emergente de este nuevo siglo en el que las mujeres desafían
desde las raíces al sistema hegemónico global, “al maldesarrollo”. 

 
Con la destrucción de los bosques, el agua y la tierra, estamos perdiendo los sistemas en que se apoya la vida. La violencia de las mujeres que dependen de la naturalezapara obtener el sustento para ellas, sus familias y sus sociedades. Esta violencia contra la naturaleza y la mujer es inherente al modo en que se percibe a ambas y
constituye la base del actual paradigma de desarrollo…



La ciencia y el desarrollo modernos son proyectos de origen masculino y occidental, tanto desde el punto de vista histórico como ideológico. Una ciencia que no respeta las necesidades de la naturaleza y un desarrollo
que no respeta las necesidades de las personas amenaza inevitablemente la supervivencia. En su afán por sobrevivir a los ataques de ambos, las mujeres han comenzado una lucha que desafía las categorías principales del patriarcado occidental: el concepto de naturaleza y mujer, y el de ciencia y desarrollo.
Vandana Shiva

A diferencia de estos valores representativos del patriarcado en tanto sistema de opresión, el ecofeminismo plantea un sistema más acorde con el “principio femenino”. El cuadro comparativo siguiente puede ayudarnos a entender las diferencias entre estas dos propuestas: (click en el cuadro para ver mejor)

 

Que no me regalen flores...Por Lydia Cacho Ribeiro

A nadie se le ocurriría mandar flores a lxs mexicanxs para celebrar el bicentenario de la Independencia de México, entonces ¿por qué el 8 de marzo la gente regala flores a las mujeres? ¿Por qué mandan mensajes, sms, power points cursis? como si el 8 de marzo fuera el día en que se festeja ser mujer, como si fuera otra especie de día de la madre.

Esa fecha fue elegida para recordar la muerte masiva de trabajadoras de la maquila hace cien años en Nueva York. Pero en realidad sirve para recordar un movimiento social que a pesar de llevar tres siglos de historia sigue oculto ante la mirada de las mayorías. Los políticos entregan premios a “mujeres notables” y el resto del año ignoran la condición de sus ciudadanas. En las escuelas poco o nada dicen a niñas y niños sobre marzo 8.

Por eso nuestras hijas e hijos no saben que la historia ha ocultado que el feminismo sufragista practicó y reinventó formas revolucionarias de manifestación social, la interrupción de oradores, la huelga de hambre, el autoencadenamiento, los panfletos reivindicativos. Las mujeres que exigían el voto innovaron formas de agitación y replantearon la lucha pacífica, ejemplo que imitaron movimientos políticos posteriores como el sindicalismo y el de los derechos civiles. Hace cien años se decidió reivindicar lo que se venía diciendo hacía 200 años: que el desarrollo social no existe sin la paz y la equidad entre hombres y mujeres. Que el feminismo es filosofía y no guerra de sexos ni pecado, que hizo suya la protesta simbólica, le dio la vuelta a la revolución sexual, desarrolló la teoría del género y acuñó un nuevo significado para el patriarcado y evidenció el daño de la violencia doméstica y sexual.

 Por eso había que demostrar cuántas mujeres y niñas eran esclavas, cuántas vivían violencia, cuántas morían por hablar, cuántas eran utilizadas como carne de cañón en guerras y como prostitutas forzadas para tropas enemigas. Había que demostrar al mundo del poder (un mundo eminentemente masculino) que resulta absurdo e injusto que las mujeres sean consideradas inferiores, que se les negara el derecho al voto, a su salud sexual y reproductiva, a la política, a la tenencia de tierras. Si una mujer se queja ante el juez por los malos tratos de su marido el juez le pregunta ¿y qué hizo usted para provocarle? A pesar de la evidencia, el mundo se resiste a la igualdad real.

Algo ha cambiado en tres siglos, pero no lo suficiente. Millones de mujeres siguen buscando argumentos que les permitan demostrar cabalmente que son ciudadanas en situación de igualdad. La barrera más grande a vencer es el poderoso desprecio sexista. Ese desprecio que pregunta burlón ¿y para qué quieren las mujeres que se mencione su presencia con un “las mexicanas” si el masculino es universal? Ese desprecio que humilla a los hombres equitativos y los aísla de las mayorías del poder porque les considera peligrosamente feminizados.

Así es que este 8 de marzo habría que pedir a lxs políticxs que en lugar de regalar flores y discursos sobre el día de las mujeres, ofrezcan políticas públicas que hagan efectiva la equidad. Que se reivindique la historia, una historia que nos hará más libres, que nos permitirá transformar a nuestra sociedad y erradicar el sexismo y la discriminación.

8 de marzo I 2010











Sil Lallana
Mujeres Haciendo Historia